LOS MAMÍFEROS DEL GALACHO DE JUSLIBOL


PRESENTACIÓN

El Galacho (meandro abandonado) es una zona muy emblemática del entorno de la ciudad de Zaragoza por diversos motivos, en primer lugar por ser un meandro abandonado, hecho que se produjo el 2 de enero de 1961. 

El galacho en 1957

El galacho en 2022

Pero si un meandro abandonado es en sí mismo un biotopo destacado en este caso se une la zona esteparia adyacente y el gran cortado que lo flanquea, dos biotopos radicalmente distintos pero intrínsecamente unidos, conformando una zona de excepcional valor ecológico y sentimental para los naturalistas zaragozanos que nos formamos en este entorno.

En primer término el cauce antiguo del Ebro

Tras su creación se convirtió en una zona de extracción de grava, que crearon las lagunas actuales y sirvió de depósito de escombros que se aprecian en diferentes zonas.

En 1998 el ayuntamiento encargo a la facultad de geografía el estudio de un plan de especial protección.

Llegados a 2024 el galacho ha evolucionado de forma natural hasta quedar muy colmatado y los bosques de ribera han madurado hasta convertirse en uno de los mejores sotos ribereños del Ebro.

Pero estos bosques son en su mayor parte jóvenes lo que implica que el dosel arbóreo aún permite la entrada de luz y consecuentemente amplias zonas están cubiertas de zarzas, rosales y majuelos que las hacen impracticables, incluso para la fauna de mamíferos,... y mi piel ha sido un buen lienzo para todos esos pinchos...

Otro aspecto muy relevante en amplias zonas del Galacho y que tiene importantes consecuencias para los mamíferos presentes es la gran cantidad de árboles y ramas muertas en el suelo, tanto de árboles muertos para erradicar una especie alóctona y muy invasora, fraxinus pennsylvanica, como muertos de forma natural, a los que se unen los depositados en las grandes crecidas arrastradas por el agua río. En estas zonas es difícil moverse y no son muy aptas para los mamíferos más grandes como el jabalí y especialmente el corzo. De este último prácticamente no aparecen rastros en estas zonas.

ANTECEDENTES

En el año 2001 y por encargo del ayuntamiento de Zaragoza realicé un estudio de los mamíferos del Galacho y su entorno, desde entonces el cambio ha sido más que significativo.

En aquel momento los macromamíferos presentes eran:

. Conejo

. Comadreja

. Garduña

. Tejón

. Jineta

. Zorro

. Jabalí.

. Gato doméstico

RESULTADOS 2024

Se han realizado 22 días de rastreo, comenzando el 13 de junio y finalizando el trabajo el 26 de septiembre.

Desde 2001 se han sumado a la fauna de mamíferos del Galacho la nutria, el corzo y el castor. Si contamos con la parte esteparia adyacente, encima del cortado tendríamos a la cabra montés, llegada en la segunda década del siglo XX y el gato montés, localizado en el campo de maniobras de San Gregorio alrededor del año 2000. A lo que hay que sumar una captura fotográfica de un chacal dorado en 2024 (Adrián Royo), tras varios meses de trampeo fotográfico no ha vuelto a aparecer.

Chacal dorado en el Galacho, febrero 2024 (Adrián Royo)

En el presente estudió los mamíferos han sido monitorizados con dos metodologías complementarias, el rastreo y el trampeo fotográfico pero los resultados de ambas metodologías aportan datos muy sesgados de la realidad de la población de mamíferos del galacho.

Los mamíferos resultan extraordinariamente complicados de estudiar por diferentes motivos, en primer lugar por su tendencia a la nocturnidad, excepto en el caso del corzo y el conejo y en menor medida el zorro.

Respecto a sus rastros hay un enorme sesgo entre los distintos grupos de mamíferos y los rastros que dejan, por lo tanto en su localización. Jabalí y corzo, dejan impresión de sus huellas en sustratos donde los demás no y, además, utilizan los árboles para marcar su territorio, caso del corzo, o rascarse, caso del jabalí, y dejan muchas marcas. Algo similar ocurre con el trampeo fotográfico en el que hay especies que caen fácilmente y especies que no.

Por lo tanto a la hora de interpretar los datos obtenidos hay que tener en cuenta estos sesgos.

Conejo

El conejo solo está presente al pie del cortado en el barranco salado que desemboca en el Galacho y en los alrededores del centro de interpretación.

Huellas de zorro y conejo

Comadreja/erizo

De estas dos especies no hay ni una sola cita en el presente trabajo pero están presentes.

La primera fluctúa en el tiempo según lo hacen las poblaciones de micromamíferos y al no salir a los espacios abiertos, ya que es presa tanto de otros mamíferos como de rapaces, la convierte en una especie difícilmente detectable.

El erizo, sin duda, debe ser relativamente abundante pero es muy nocturno, lo que unido a que sus rastros no son fáciles de localizar también le hace pasar muy desapercibido, sin duda es más abundante en las zonas adyacentes al galacho.

Es lógico suponer por su biología que ambas especies eviten las zonas de inundación periódica y, por tanto no estén presentes, o de forma muy puntual, dentro del Galacho.

Comadreja rescatada de la acequia al este del galacho mediados los 90

Tejón/jineta

Muchos años trabajando en los sotos del Ebro y del Gállego, de trampeo fotográfico y de trampeo en vivo (seguimiento del visón europeo), me permiten afirmar que los datos del tejón y la jineta están muy sesgados y sin duda son dos especies mucho más abundantes de lo que los datos aportan.

De estas dos especies hay solo dos rastros que nos permiten conocer su presencia, las letrinas y las huellas. Las letrinas son muy escasas y no son fáciles de localizar y en la inmensa mayor parte del galacho no es posible localizar huellas debido al sustrato, esto hace que estas dos especies pasen muy desapercibidas. 

Tejón

Letrina de tejón

Huellas de tejón

Jineta

Letrina de jineta
Huellas de jineta

El trampeo fotográfico sí que nos acerca más a la realidad de la presencia de estas dos especies resultando mucho más habituales.

Garduña

En el caso de la jineta los datos del rastreo y del trampeo cambian totalmente la percepción con respecto a la garduña, dos especies de similar tamaño aunque de muy diferente etología (comportamiento). En el presente estudio los rastros de la garduña son abundantes debido a que es una especie que utiliza sus excrementos para marcar el territorio y esto sesga totalmente los datos entre una y otra, pero los trampas fotográficas nos muestran una imagen más real. 2 trampas fotográficas puestas en la desembocadura del Galacho y dos al pie de los cortados aportan 17 capturas de jineta y 12 de garduña, pero incluso este dato resulta curioso ya que en los sotos del Gállego y en Cantalobos la diferencia a favor de la jineta es mucho mayor. En el soto de Cantalobos en 2023 solo calló en dos ocasiones la garduña y la jineta en varias decenas, en el soto de El vado, margen izquierda desembocadura del Gállego, los resultados fueron similares.

Pero es que la diferencia entre las dos zonas de trampeo del galacho aportan datos muy distintos, las dos trampas de la desembocadura del galacho aportan 13 capturas de jineta y 4 de garduña, las dos al norte 2 de jineta y 9 de garduña, Esta diferencia seguramente tiene que ver con que el galacho no es un soto ribereño continuo, ya que es una mezcla de arbolado, praderas y zonas esteparias o semi y en el caso de la parte norte es un ecotono con las estepas áridas.




Nutria

La nutria es una especie emblemática de las zonas húmedas que no estaba presente en el estudio de los mamíferos del galacho en 2001. La nutria sufrió un declive muy drástico por dos factores fundamentales: su caza por la piel y la contaminación de los ríos. El primer factor desapareció a lo largo de los años 80 y el segundo en los 90-2000. En 2024 la nutria es una especie abundante que ocupa, a nivel peninsular, todas las zonas acuáticas y esto se refleja en el presente estudio. Y frente a la imagen que se tiene de ella de una especie semiacuática la realidad es que es más terrestre de lo esperable. Los rastros localizados, en su mayoría excrementos, ya que es una de las especies que los utiliza para marcar su territorio, así lo muestran.



Jabalí

El jabalí resulta evidente que es una especie muy abundante y sus rastros son masivos, apareciendo en todas las zonas sin excepción. Hay varias zonas, las más enmarañadas, en que es la única especie que aparece, aunque sin duda también están presentes la garduña, la jineta, el zorro y el tejón, pero sus rastros no son localizables en estas zonas.

Por su gran tamaño y los tipos de rastros tan llamativos los datos están un poco sesgados que nos indican una gran abundancia, pero la realidad es que es muy abundante. Las trampas fotográficas lo corroboran.


Un rastro curioso los arbolillos que parte y son muchos



Corzo

El corzo resulta muy escaso dato que concuerda con un estudio realizado en 2023 en Cantalobos (Ebro) y El Vado (Gállego), en el primero la población de machos era de 4 y en el segundo de 5 y se localizaron 616 marcas en árboles en el primero y 900 en el segundo respectivamente, siendo Cantalobos bastante más extenso. La explicación seguramente tiene que ver con las grandes crecidas del Ebro, esto conlleva un gran aporte de troncos y ramas que hacen que grandes extensiones sean impracticables para esta especie, a lo que se suma grandes extensiones de zarzales impenetrables para el corzo, no así para el jabalí. En las zonas de Cantalobos con estas características los rastros del corzo resultaron muy escasos, a simple vista y por las pocas marcas encontradas en el Galacho hay porcentualmente menos corzos que en Cantalobos.



Castor

Y por último la especie que me condujo al Galacho, el castor. El estudio de esta especie comenzó en Las fuentes, al sur de la ciudad para terminar en Monzalbarba, en busca de grupos familiares, el galacho se dejó atrás hasta que la época de mínimo marcaje territorial con castoreum, verano, permitió centrarme en el galacho y aprovechar para tomar datos de todos los mamíferos de la zona.

Los datos obtenidos permiten una visión clara de lo que el galacho significa para esta especie, una marca de castoreun, poca cosa aunque sea la época de menor marcaje, la época de intenso marcaje es entre diciembre y marzo, dos madrigueras, aunque esto no es significativo ya que son muy difíciles de localizar, pero lo importante es la escasa localización de restos de alimentación recientes. El bosque de ribera del galacho puede conducir erróneamente a pensar en la presencia abundante del castor, pero la dinámica de sus lagunas, con grandes estiajes en las que la mayoría se secan y las que mantienen agua lo hacen en un nivel muy inferior a las necesidades de seguridad del castor, 60 centímetros como mínimo, y que la especie predominante en las orillas de estas lagunas sea el tamaríz, una especie que apenas consumen. La experiencia de 4 años de seguimiento en el Gállego y los resultados del Ebro entre Zaragoza y Monzalbarba permite afirmar que aquí no vive un grupo familiar. 

Estos grupos familiares constan de dos adultos, entre uno y tres jóvenes de un año o más y las crías nacidas en el año, tal cantidad de castores dejan muchos rastros de alimentación.

Se puede apreciar en la foto la diferencia con las orillas del Ebro donde la presencia de marcas recientes de alimentación es más numerosa.

Lo que se ve en el galacho indica que aquí hay algún castor solitario, la bibliografía habla de un 25-30% de castores solitarios en Europa.

Las marcas rojas indican alimentación reciente, las naranjas de hace meses y las amarillas muy viejas


Chacal dorado

Esta especie se ha sumado a la comunidad de mamíferos del Galacho localizado por fototrampeo (Adrian Royo) a principios de 2024. Se ha seguido trampeando fotográficamente la zona a lo largo de 2024  sin resultados. Esta sería la tercera cita en la península de esta especie que se ha ido paulatinamente expandiendo desde los Balcanes en las últimas décadas ocupando varios países europeos. Todo indica que es una especie que se va a asentar en España. El hecho de que no se le haya vuelto a localizar en el galacho entra dentro de la norma en especies en expansión, jóvenes que recorren amplias zonas hasta que deciden quedarse en una en concreto.

Conclusiones

Los resultados comparados con el estudio de 2001 nos muestran un aumento en el número de especies presentes.

La paulatina desaparición de las praderas sustituidas por el bosque sin duda habrá tenido, y seguirá teniéndolo, algún impacto sobre la comunidad de mamíferos aunque no es previsible grandes cambios sobre la situación actual, tanto en el número de especies como en su densidad.

Mantener las praderas o perderlas afecta mucho más a la población de insectos, aves y micromamíferos que a los macromamíferos, si bien es verdad que la perdida de micromamíferos debe tener un impacto negativo en el zorro, la jineta y la garduña.

Todas las especies presentes se adaptan sin problemas a la gran presión humana en este entorno, esto se aprecia muy bien en Cantalobos donde esta presión es mucho mayor al no disponer de zonas vetadas al público, por lo que este factor no es destacable.

 







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